Las 5 excusas clásicas que te impiden vivir como te da la gana.

La palabra NO es un arma de doble filo, te sirve para poner un límite al mundo, y no te sirve cuando te autolimitás.

Hay algo más jodido que ponerte excusas a la hora de querer vivir de otra manera:

saberlo y hacer como que no sabés nada, un “no sabe/no contesta”.

Vos y yo sabemos que no te faltan ganas de mejorar eso que querés mejorar.

Porque cuando ronda una idea por la cabeza, no sé a vos, pero a mí no me deja en paz, la pienso antes de dormirme y también cuando me despierto.

Y es muy probable que hace mucho tiempo que tenés esas ganitas que vienen desde adentro, de hacer algo o de dejar de hacer algo.

Y aunque todavía no hagas lo que ya sabés que querés, o que todavía no sepas bien qué es lo que querés, pero sí estás sabiendo bien qué es lo que no querés, esto te va a resultar interesante.

Hablemos de las 5 excusas clásicas de una vez por todas

CINCO

muy molestas y hasta parecen reales (pero no les creas, no lo son):

1-      “Es que yo no tengo tiempo” (ahhh, esta me encanta)

Funciona bárbaro para evitar cambiar o crecer, o evolucionar, o avanzar, o… que ya se entendió la idea.

Sentir que querés un cambio en tu vida, y al mismo tiempo sentir que no tenés tiempo para ese cambio, es una encrucijada letal.

No hay manera de salir bien parado de ahí.

2-      “Es que me da miedo empezar______________ (complete con lo que desee: una terapia, un ejercicio, el gimnasio, un libro, etc etc etc), por lo que pueda enterarme, por lo que va a salir a la luz”.

No me vas a decir que esta no es divertida.

Es real, a mucha gente le pasa.

Yo me imagino cómo adentro de esas personas se libra una batalla, los del bando de “Vamos con los cambios ahora”, versus el grupo dominante: “Me cago en los cambios, sigamos como estamos, que mal pero acostumbrados es mejor”.

Me lo imagino porque a mí se me libran esas batallas adentro.

El miedo es muy poderoso,

¡Un látigo ya para mantenerlo a raya por favor!

3-      “No estoy listo, voy a esperar un mejor momento”, esta es mi favorita.

¡Si la habré pensado! ¡Si la habré dicho!

Te inmoviliza completamente, porque nunca jamás nunquísima,

-leélo de nuevo: nun-quí-si-ma-,

es un mejor momento que éste, justo cuando tomaste la decisión de hacer algunos cambios.

4-      “No tengo dinero”, la más popular de las frases, viene en los primeros puestos del ranking (si hubiera un ranking).

A veces, es real. Peeero, la mayoría de las veces se utiliza como sinónimo de “no quiero eso de verdad”, “no lo quiero ahora”, “no me interesa”, o para ocultar algún miedo allá en el fondo.

Te quiero decir que no es un problema de falta de dinero real en el 95% de los casos.

¿Esto está chequeado?

No señor, no señora. Sólo es un número alarmante que puse para que pienses en eso.

Y entonces también podés pensar en las veces que dijiste esta frase, y en qué querías decir en realidad.

5-      “No sé si podré”, esta frase oculta el verdadero problema, sentir que no sos capaz de… (completá con lo que te guste, todo va).

Es la frase de la derrota anticipada, por las dudas, por si sale mal, ya está abierto el paraguas.

¿Y si sale bien? ¿Y si sí podés?

Te sorprenderías de todo lo que sos capaz si te animás a saltar.

No hay más manera para aprender a hacer, que haciendo.

Las excusas son mentiras de la mente con miedo a los cambios de verdad.

Lo cierto es que, ante las oportunidades de la vida, te vas a poner una excusa o dos, y te sentirás mejor o peor, quién lo sabe.

Alguna excusa te gustará más que otra y la usarás más.

Y cada vez que uses alguna de estas excusas no vas a avanzar, eso es seguro. 

Porque estas excusas, como cualquier otra, sólo son maneras diferentes de decir NO, y si ese NO es un autolímite, estamos jodidos.

Hasta que un día te vas a dar cuenta de que el problema no es la falta de… (dinero, energía, tiempo, momentos adecuados, lugares perfectos para).

El problema verdadero es creer que tenés que esperar “algo especial” para empezar a vivir como te da la gana.

Te dejo unas herramientas, unas posibles soluciones, unos consejos generales, muy generales:

1-      Darte cuenta de lo imparable que sos, sí señor, leíste bien, si de verdad querés cambiar algo en tu vida, sos IM PA RA BLE.

2-      Darte cuenta de que si vos querés mejorar algo en tu vida, lo que sea, esa tiene que ser tu prioridad, y ahí sí que vas a tener tiempo, o dinero, o energía, lo que sea.

3-      Darte cuenta de que el mejor momento era ayer, hoy es el segundo mejor momento para empezar a vivir como querés vivir.

Mega tip: todo es cuestión de prioridades, adonde esté tu foco estará tu creación. Eso que ves en tu mente, es lo que estás creando en tu realidad.

Revisá tus prioridades y fíjate si te dejan dormir tranquilo a la noche.

PENSAMIENTO FINAL:

Nunca te dije fácil, pero sí te digo TOTALMENTE POSIBLE.

ABSOLUTAMENTE REALIZABLE.

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